Hoy, como cada 8-M, las mujeres salen a la calle en todo el mundo para reivindicar sus derechos en el Día Internacional de la Mujer, o Día de la Mujer Trabajadora, como era conocido anteriormente.
En España, los derechos de las mujeres han tenido grandes avances en los últimos años, con reformas legales muy relevantes que han puesto la base para la búsqueda de una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.
Todas estas reformas y avances no hubieran sido posibles sin el empuje de algunos de los principales puntales del feminismo de nuestro país. Desde sufragistas como Clara Campoamor pasando por escritoras como Emilia Pardo Bazán. En el Día Internacional de la Mujer, queremos hacer un pequeño homenaje a todas aquellas pioneras de la Igualdad en España, contándote su vida y sus logros, que han contribuido a hacer de la nuestra una sociedad mejor y más justa.
Si quieres celebrar el Día Internacional de la Mujer con nosotros y aprender más sobre alguna de las figuras más relevantes en favor de los derechos y reivindicaciones de las mujeres en España, solo tienes que seguir leyendo.
La madrileña Clara Campoamor es probablemente la mujer más influyente en las conquistas de derechos por parte de las mujeres a comienzos del siglo XX. Licenciada en derecho en 1924, se convirtió en una de las poquísimas abogadas españolas de la época junto a su compañera Victoria Kent, de la cual hablaremos más adelante. Mujer pionera en el derecho, en los años 20 y 30 comenzó a desarrollar jurisprudencia sobre la situación legal de las mujeres en la España de la época.
Entre sus logros, entró en la historia de España como la principal contribuyente a la aprobación del voto femenino en nuestro país, el cual se ejerció por primera vez en las elecciones de 1933 durante la Segunda República Española. Mantuvo un enconado debate con su otrora compañera Victoria Kent debido a esta cuestión, ya que por aquel entonces existía el miedo entre círculos progresistas de que aprobar el sufragio femenino contribuyese a aumentar el voto conservador en las elecciones. A pesar de esto, Campoamor defendió la creación del sufragio universal para ambos sexos. Al final impone sus tesis y entra en la historia como la principal artífice de la inclusión del voto femenino en España.
Aunque Clara Campoamor es reconocida por el sufragio femenino, otra de sus contribuciones en materia de igualdad fue su intentos de que la República Española aboliese la prostitución, declarando que “la prostitución reglamentada es absolutamente incompatible con la dignidad humana”.
Durante la Guerra Civil Española, Clara Campoamor se exilió a México por alinearse con el bando republicano. La jurista y pensadora más relevante de España no volvería a pisar su tierra, pues falleció en Suiza en 1972, país en el que seguía ejerciendo su labor como abogada y traductora.
La malagueña Victoria Kent es otra de las figuras más relevantes en las conquistas de derechos feministas en España. Contemporánea de Clara Campoamor, se trata de una figura algo controvertida por sus tesis de no otorgar el sufragio activo a las mujeres. No obstante, y a pesar de ello, fue una verdadera pionera en romper techos de cristal: primera mujer que ingresaba en el Colegio de Abogados de Madrid, una de las tres únicas diputadas mujeres de la II República y la primera mujer Directora General de Prisiones de España.
A pesar de no estar a favor del voto femenino, Victoria Kent temía una victoria conservadora con el voto de las mujeres (debido a que estas eran consideradas más religiosas que los hombres), lo cual le valió un enfrentamiento con Clara Campoamor, y sus tesis fueron derrotadas en el Congreso. Con el estallido de la Guerra Civil participó en la logística del frente republicano y ayudó a muchos niños a escapar del horror de la guerra. Falleció en el exilio en 1987 tras una vida llena de luchas en favor de las libertades de las mujeres.
La escritora gallega Emilia Pardo Bazán es enormemente conocida por su faceta literaria, pero no menor fue su contribución al pensamiento feminista en España. Vetada de la universidad por razón de género, fundó en 1892 la publicación La biblioteca de la mujer. Hizo de su principal caballo de batalla la desigualdad educativa entre el hombre y la mujer, denunciando el sexismo inherente a su época.
A comienzos del siglo XX se convierte en la primera mujer en ocupar una cátedra universitaria en nuestro país. Sus escritos y artículos denunciaban la falta de educación de la mujer española como origen de la falta de interés del género femenino en su propia emancipación y el atraso de la sociedad española. Fallecida en 1921, Emilia Pardo Bazán es considerada como una verdadera pionera en el pensamiento feminista del siglo XIX en España.
María Zambrano es probablemente una de las pensadoras y filósofas más importantes de la historia de España. Discípula de Ortega y de Zubiri, colaboró desde su juventud en la prestigiosa publicación Historia de Occidente y entabló una estrecha amistad con algunos de los literatos de la Generación del 27.
Sus escritos filosóficos son conocidos por mezclar la razón con lo divino y sobrenatural como forma de explicar el mundo y por un peculiar lenguaje literario llamado por la autora el método.
Exiliada tras la guerra, viaja por todo el mundo y acaba instalándose en Roma en los años cincuenta, donde escribe algunas de sus obras más relevantes tales como El hombre y lo divino o Persona y democracia. Tras esto, se instala en Francia donde sus obras dejan el lado terrenal para tomar un halo de misterio.
Tras la muerte de Franco regresa a España en los años 80, iniciándo un lento reconocimiento de la importancia de su obra, hasta entonces relativamente desconocida. En 1981 fue condecorada con el premio Príncipe de Asturias de las Letras. A día de hoy, María Zambrano sigue considerada como una de las pensadoras españolas más relevantes y merece ser recordada en el Día Internacional de la Mujer.
Hija de dos anarquistas catalanes, Federica Montseny nació en 1905 en Madrid. Estudió Filosofía y Letras, hecho que combinaba con un relevante activismo anarquista y feminista en el sindicato CNT.
Durante los años veinte, fue conocida por escribir novelas cortas dirigidas a mujeres de clase trabajadora y por sus encendidos discursos anarcosindicalistas.
Entre 1936 y 1937, se hizo cargo del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, convirtiéndose en la primera mujer nombrada ministra. Entre sus logros destacan el primer proyecto de ley del aborto en España, que no llegó a ser aprobado. Otro de sus proyectos consistió en una red de atención para trabajadoras sexuales, donde se les ofrecía alojamiento y se les enseñaba un oficio.
Tras la Guerra civil, se exilió en Francia y fue capturada por los nazis, pero fue liberada al estar por aquel entonces embarazada. Siguió con su actividad intelectual en el exilio hasta su muerte en 1994.
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